Pequeño, con un centenar de habitantes pero con mucha historia, el caserío se extiende en torno a un pequeño montículo sobre el que se hallaron los restos de un antiguo castillo del que podría haber tomado nombre el pueblo y que actualmente se encuentra en proceso de excavación arqueológica.
Un paseo por sus calles muestra numerosos ejemplos de arquitectura popular, destacando portadas en piedra y arquerías en ladrillo. La iglesia de San Miguel Arcángel, de origen románico pero reformada posteriormente, es un conjunto de diferentes estilos arquitectónicos que abarcan desde finales del siglo XII hasta el siglo XVII. En la torre campanario se guardan las tres campanas: llamadas Santa Bárbara (1844), Santa Quiteria (1915) y Santa Teresa (1915).
Las fiestas se celebran el 15 de agosto, por la Asunción de la Virgen y San Roque.
El entorno, dominado por el saso de Santa Cruz, es escenario de rutas btt y rodajes televisivos.
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